Su utilización podría ser interesante, por ejemplo, aparte de para poder cargar la batería de nuestro teléfono móvil, para instalarse en apartamentos con la idea de producir electricidad a través del calor emitido por la calefacción central, o alimentar la electrónica del vehículo mediante el calor del motor, con lo que se prevé un ahorro del 10% de combustible.
Como decía al principio, podría sonar a broma, pero es que «el futuro ya está aquí» entre nosotros. El avance de la tecnología WI-FI permitirá muy pronto encender el ordenador sin necesidad de enchufarlo, cargar las baterías sin cables, colocar lámparas sin estar sujetos a la ubicación de los enchufes. WiTricity Corp ya está trabajando en una solución para 2011 que permita utilizar la carga de baterías con la electricidad que viaja por el aire, con lo que por ejemplo, se podrá cargar todo lo que esté a unos dos metros de distancia del cargador, y todo ello sin afectar al cuerpo humano.
Sí, «el futuro ya está aquí… y ha venido para quedarse»…